miércoles, 28 de agosto de 2013

Carta número 11: Solo una calada más.

Eres tan toxico como fumar. Como la primera calada que te hace ahogarte y toser, así de malo eres, y así de adictivo. 
El recuerdo de tus manos por mi cuerpo, por todas partes, que me hacía replantearme si realmente tenías dos o mil. El calor de tu cuerpo, a punto de quemarme en aquel invierno tan frío. Y esos ojos, tan dulces y pícaros. 
Si... Eres como tabaco en su estado más puro, cocaína para el adicto, helado para el gordo. Tan malo que sabes que está mal, pero tan bueno que solo puedes decir:
-A la mierda, un día es un día.
Y así día tras día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario