martes, 17 de septiembre de 2013

Carta número 12: Nuestra despedida.

   -¿Volver? ¿De verdad quieres volver conmigo? Ojalá te pudieras imaginar siquiera la de veces que me imaginé esas palabras salir de tu boca. La de veces en las que me mirabas a los ojos y me pedías perdón como acabas de hacer ahora. Un millón o tal vez dos de veces. Contigo pasé los mejores momentos de mi vida. Fuiste el primero en muchas cosas, y esos momentos los llevaré siempre en mi corazón. Una pequeña esquina de el tiene tu nombre ya tatuado de lo tanto que te quise y te quiero. Pero ya han pasado seis meses. Seis meses en los que aunque parezca mentira conseguí madurar y darme cuenta que estar día y noche pensando en ti y en nuestras peleas no era lo normal. Que el amor no es una guerra continua, y lo nuestro era la mismísima Tercera Guerra Mundial. No se si voy a poder encontrar a alguien como tú. Ni si quiera estoy segura de lo que estoy diciendo ahora mismo, seguramente en cinco minutos este dándome cabezazos contra la pared por haber perdido mi ultima oportunidad. O tal vez no. Tal vez me de cuenta que hice lo correcto. Que estoy haciendo lo correcto. Porque puede que no haya otro como tú, puede que solo haya peores o mejores. ¿Quien sabe? La vida da mil y una vueltas, y cuando crees que ya ha parado de girar es solo para cambiar de sentido. Pero ahora estoy segura de que no quiero estropear los recuerdos bonitos que he tenido contigo. Porque esto solo serviría para mancillarlos, para que solo me quedase con nuestras peleas que volverían con las pilas cargadas a causa de esta tan larga ausencia. Y no pienso permitirlo. Te quiero, y prefiero no tenerte y quererte con el cariño que ahora te tengo, que amarte hasta la medula para que nos rompamos el corazón mutuamente y que todos los momentos pasen de inolvidables a amargos. Adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario